‘Juego de Tronos’: Las claves de ‘Las Campanas’ T08E05


Fuego de dragón, hombres clavándose la espada con saña y muertes de renombre. ‘Juego de Tronos‘ se acerca a su desenlace y para introducirnos en los 80 minutos finales ha derrochado acción, cadáveres y destrucción. La tradición necrológica de la serie en los penúltimos episodios se ha cumplido, y ‘Las campanas‘ ha dejado un panorama muy renovado por Desembarco del Rey que no me resisto a comentar, aunque a estas alturas ya no queden claves que señalar. (La noche está llena de terrores, y lo que sigue lleno de spoilers).

Khaleesi, rompedora de principios

En el quinto capítulo de la séptima temporada, no hace tanto, y ya sin la mano de Martin de por medio, Daenerys dio un bonito discurso antes de asar a la parrilla al padre y al hermano de Sam… “Sé lo que Cersei les ha dicho. Que he venido a destruir sus ciudades, quemar sus casas, a asesinarlos y dejar huérfanos a sus hijos. Esa es Cersei Lannister, no yo. No estoy aquí para asesinar, lo único que quiero destruir es la rueda que camina sobre ricos y pobres para beneficiar únicamente a las Cersei Lannister del mundo”.

Dicen los puristas, los que aún tienen fe en Benioff y Weiss y aquellos a los que les molesta la frustración de los insatisfechos, más que la narración que nos ofrecen, que Daenerys tiene derecho a estar cabreada, porque han matado a su dragón y a su criada y un memo dice que tiene más derecho que ella al Trono. Yo no discuto que esté cabreada con razón, incluso puede que, como todos, tenga derecho a renunciar a sus principios, porque todos evolucionamos. Lo que me molesta es que las prisas nos dejen sin argumentos de peso, y donde antes había una señora que perfectamente podía escribir un alegato político creíble, ahora nos encontramos a una mujer enfadada e irracional. Esa que ella decía no ser. Que los creadores hayan dicho que la masacre ha sido una decisión «espontánea» tampoco me parece consuelo.

Las teorías a medias

Siguiendo con el repaso a las temporadas previas, en la quinta, y a través de un flashback, ‘Juego de Tronos’ nos contó la profecía de Maggy la Rana según la cual Cersei moriría a manos de su hermano menor, después de casarse con un rey y ver fallecer a toda su descendencia. Llegada desde los libros de Martín, la profecía terminaba con “cuando tus lágrimas te hayan ahogado, el valonqar (hermano pequeño) envolverá sus manos sobre tu garganta pálida y ahogará tu vida”.

La profecía en realidad no se cumple del todo, puesto que Jaime agarra del cuello a su hermana y amante pero poco tiene que ver con su muerte. Al igual que Tyrion (que es en realidad el hermano menor), Jaime hace todo lo posible por sacar a su hermana de la Fortaleza Roja, pero el carácter de ella y el caos que ha sembrado Daenerys lo impiden. Cersei, que trató con desprecio a su hermano Tyrion por culpa de la profecía durante toda su vida, muere tras la caída del lugar que nunca había sido derrotado. Siete temporadas de tensión para que la señora desaparezca tras una nube de polvo, la evidencia más dolorosa de la caída de su imperio.

Otra de las teorías más longevas de la producción que ha regresado este episodio ha sido la de las visiones de la Casa de los Eternos. Durante su estancia en Qarth, Daenerys tuvo unas visiones que le llevaron a recorrer la Sala del Trono de Hierro, una estancia en ruinas que parece cubierta de nieve y en la que está a punto de coger la espada de Jon. Sin embargo, algunos ya señalan que lo que creímos nieve, en realidad son cenizas, un elemento tan unido a la naturaleza de la madre de las dragones como el fuego. La presencia de Garra en el Trono simbolizaría además que Nieve se le habría adelantado en su derecho a sentarse en él. Para lo que pocos tienen explicación es para el resto de su visión, en la que se encontraba con Khal Drogo y su hijo.

Los restantes

La ventaja de hacer escenas de lucha nocturnas es que, como se puede ver en el making of, nunca sabes en realidad cuánta gente hay en la escena. Fuimos muchos los que creímos, en el primer ataque de los Dothraki a los Caminantes durante la Batalla de Invernalia, que la táctica bélica había acabado con abnegados luchadores de Khaleesi. Y otros tantos los que en el quinto episodio, no antes, hemos descubierto que estábamos equivocados.

Apenas se les vio en los multitudinarios funerales (igual es que estaban todos en la enfermería), no teníamos constancia de ellos en las escasas imágenes de Nieve y Davos con las tropas, ni en el encuentro en el secarral del cierre del episodio anterior. Pero qué alegría ayer cuando aparecieron de nuevo esas hoces, bien afiladas, esos caballos, raudos y veloces, esas melenas y esos gritos guturales que parecen hacer de ellos unos luchadores más bravíos. Qué alegría, porque hasta ayer, no eran más que los “Dothraki restantes” y una ya pensaba que no volveríamos a verlos.

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El caballo no era Bran

Ocho temporadas teorizando han hecho verdadera mella, y desde que terminó el episodio son muchos los que se preguntan si el caballo blanco sobre el que Arya abandona Desembarco es su hermano Bran. Sería una buena noticia que el Cambiapieles (que tiene la posibilidad de introducirse en el cuerpo de los animales) hubiese hecho algo útil en la octava temporada, pero parece que hay que descartar la idea. El caballo blanco, simplemente, era la bestia que montaba Harry Strickland, el líder de la Compañía Dorada al que pudimos ver justificando la ausencia de elefantes en el primer episodio de esta temporada. Símbolo de la pureza y la nobleza, resulta llamativo que el animal que montaba el hombre llamado a salvar a Cersei termine en manos de la joven que estaba convencida de matarla.

Parte de bajas

Entre batallas, venganzas y disputas personales ‘Las campanas’ es uno de los episodios más sangrientos de ‘Juego de Tronos’. Al esperado, y profetizado, adiós de Varys le siguen los de Euron, Qyburn, los hermanos Clegane y los mellizos Lannister. Con estas bajas Yara, Sam y Tyrion se convierten en los últimos representantes de los Greyjoy, los Tarly y los Lannister. Y la joven Arya pone a cero su contador de muertes pendientes… ¿O no?

Arya y los ojos verdes

Según la letanía que Melissandre pronunciaba cada vez que se encontraba con la más joven de las Stark, aún le quedaría una víctima pendiente. “Ojos marrones, ojos verdes y ojos azules” le dijo en ‘La Larga Noche’. Los deseos de ver el rostro desencajado de Cersei ante su próximo final, nos llevaron a pensar a muchos que Arya tacharía ese nombre de su lista. Pero entonces no tuvimos en cuenta que podía morir siendo una víctima colateral de la furia de Daenerys, ni el color de los ojos de ésta. Verdes, por supuesto.

2 comentarios en “‘Juego de Tronos’: Las claves de ‘Las Campanas’ T08E05

  1. Disfruté bastante con el capítulo del domingo, quizás lo que más me decepcionó fue la muerte de los gemelos… esperaba que Cersei diera más guerra la verdad y fue aplastada como una cucaracha.
    Lo de Daenerys enrabietada y vengativa me gustó mucho y es un gran giro para tener algo de chicha en el episodio final, porque menuda escabechina que ha hecho la amiga.
    Por cierto, me voy el sábado a Croacia a ver el final en King’s Landing… espero no acabar convertido en cenizas 😛

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